¡Manos arriba, que viene Trump!
La que nos espera, señores. Lo que algunos preveían pero, en el fondo, nadie esperaba, era que el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ganara las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
¿Y ahora qué? Medio mundo se ha llevado las manos a la cabeza, las bolsas mundiales resisten al envite como pueden, las empresas internacionales con negocios tanto en Estados Unidos como en Latinoamérica ven temblar sus cuentas de resultados... ¿y los ciudadanos? Los que han votado a Trump pensando: "Venga va, a ver qué pasa", ahora tendrán la oportunidad de comprobar lo que pasa. Y los que están desesperados por todos los rincones del país porque habían depositado su confianza en la candidata demócrata, Hillary Clinton, también serán testigos de las duras políticas, nacionales e internacionales, que va a llevar a cabo el magnate.
Entre ellas, echar por tierra la reforma sanitaria que tanto esfuerzo le costó intentar aprobar al anterior presidente del país, Barack Obama. Un proyecto de sanidad más accesible para todos los ciudadanos que ahora se convertirá irremediablemente en papel mojado.
Tampoco hay que olvidar el famoso 'muro' que el multimillonario, ya presidente estadounidense, quiere 'levantar' en la frontera con México. "Quiero construir el muro, tenemos que construir el muro", aseguraba Trump recientemente. La entonces promesa afectaría a más de 3.000 kilómetros de frontera. ¿Creen que de verdad será capaz de ponerse manos a la obra y ordenar construir semejante infraestructura? Nada es imposible.
También han alzado la voz desde las elecciones del pasado martes los inmigrantes que viven, desde hace más o menos tiempo, en Estados Unidos. El miedo a que Trump apruebe una dura ley de inmigración que les recorte sus derechos e, incluso, paralice visados, no es plato de buen gusto para muchos ciudadanos extranjeros aunque, incluso, algunos de ellos hayan conseguido recientemente la doble nacionalidad.
Ya nada es seguro en la primera potencia del mundo.